El brasileño Lula da Silva fue uno de los líderes mundiales que estuvo presente en el funeral que se llevó a cabo en el Vaticano para despedir al papa Francisco, a quien pudo despedir mientras el cajón estaba abierto; al contrario de Javier Milei, que llegó tarde.
“Nuestra llegada aquí es una forma de agradecer a Dios por permitirnos compartir la partida de un Papa que marcó la historia en este siglo XXI. El Papa Francisco fue emoción y corazón. Un gran líder religioso y político contra la guerra y la desigualdad”, declaró el mandatario al arribar a Roma.
Además, pidió que el próximo pontífice que alijan los cardenales en el cónclave a realizarse en las próximas horas tenga “el mismo compromiso religioso y el mismo compromiso por el combate a la desigualdad”.
Lula elogió al Papa argentino e insistió ante los medios que lo consultaron: “Quiera Dios que el próximo Papa sea igual a él, con el mismo compromiso religioso, con el mismo compromiso por el combate a la desigualdad del papa Francisco“.

